jueves, 15 de diciembre de 2011

A vos, Negri, que vendes ropa.

A vos que atendés un lugar de ropa, NO ME IMPORTA si haces lo que te piden, pero YO te voy a contar lo que YO siento cuando tengo que atravesar el SUPLICIO de comprar ropa y lidiar con vos.
PRIMERO, ya nomás me ENERRRRRRRRRVA que me atores abalanzándote sobre mi en el PRIMER paso que doy en el local. A ver mami, dame aire, dejame que entre en clima es OBVIO que necesito mirar primero, y si NO QUIERO mirar, YOOOOO con mis dos piesecitos de princesa me dirijo hacia donde vos estas. No te preocupes por mí que me las arreglo solita.
SEGUNDO, siempre tenes sonrisa extremadamente inmensa e irreal. Qué pasa “flaqui”? te comiste al gato de Alicia?! Entonces CERRA tu bocota porque por poco me limas las pestañas con tus dientes. Actuá como cualquier persona normal que no necesita que todo el mundo sepa que debajo de los labios tiene DIENTES.
TERCERO, siempre –es ley- tenés tonito boludón que se acentúa en el uso de diminutivos y las frases DE MANUAL que me decís: se re usa, es lo que se viene, ‘ese modelito lo están llevando a full’ LISTO NO LO QUIERO. No me interesa verme como tu maniquí de vidriera, me interesa ser YO cómodamente inserta en una prenda de tela. Ahhh… no tenés ese talle, no te queda? SERÁ PORQUE SIEMPRE TRAEN TALLES DIMINUTOS QUE SÓLO SIRVEN EN LA VIDA DE MIERRRDA QUE MUESTRAN EN TELE, porque como verás, las que estamos del otro lado de la pantalla nos sacamos los ojos por los talles que JUUUUUUUSTO AHORA no tenés más.
Y ahí viene el CUARTO asuntito. LA PUTA QUE TE PARIÓ con el Te queda divino, Esa tela después cede, Ay a vos con esas curvas te queda re bien, CURVAS me decís pendeja escuálida. Qué sabrás vos de “curvas”.
QUINTO por dios apagame las luces del vestidor y evita la parte ASOMO CORDIAL CON CONSECUENTE HUMILLACIÓN Y MEDIO LOCAL CONOCIENDO MI CORPIÑO.

Gracias, voy a dar una VUELTITA y cualquier COSITA vuelvo.

El Momento del Mozo


Anoche estuve con dos amigos geniales que tengo sueltos por ahí. De esos amigos con los que la conversación fluye bla bla bla mdshfjgn lkllkl jajajaja NOOOOOOOO fnethurein Blablabla, pero constante eh! Podemos hablar hablar hablar hablar HASTAAAAAAAAAAAAAAA, hasta, HASTA… hasta que llega el mozo con el pedido. Ah si.
Cuando llega el mozo, qué mierda haces?

Lo miras y le sonreís… eso te toma, UN micro segundo. Y los 120 segundos restantes?
Vas de mirar al mozo, a mirar la cerveza, mirar a tu amigo, mirar el celular (9 microsegundos) mierrrrrrrrda.

Te haces el que continuas la conversación pero… ‘esteeeemmmm… en qué estábamos?! –QUÉ?’
Te haces el que niii te diste cuenta que esta ahí y todo sigue su curso natural, pero… ‘ehhh así que bueno, y eso viste, qué se yo, la verdá, no se qué decir...’
Si o si la charla se vacía de contenido.
Por que uno no puede seguir como si nada. Ese es EL MOMENTO DEL MOZO.

Todo tuyo, ahí va con moño flaquita. Ahora plis por lo menos tirame una pregunta, un comentario hueco, lo que sea, pero te pido porrrrrrrrr diosssssssssss la patria y los santos evangelios, HACE USO DE ESE MOMENTO porque de todos modos yo no puedo continuar mi vida con normalidad. Y si no me vas hablar entonces traeme grisín con salsita.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Ensayo libre sobre la ciudad de Córdoba.

Cuántas posibilidades del destino de ver un carrito de cartonero en llamas existen? Y ver que la gente trate de apagar los cartones con más cartón? Y que ese mismo día haya paro de colectivos y llegue una hora tarde al trabajo? Que después por casualidad pase por CONIFERAL y ver a todos los colectiveros comiendo choripanes!? Y que además vea por la calle gente más rara de lo común: madre despiojando hija en vía pública, pupera símil corpiño con zapan afuera, señora mayor con nido de rasta tamaño EDIFICIO en la cabeza?...Existen muchas posibilidades de vivir eso si uno habita en la ciudad de Córdoba, donde ver a un terrícola atravesado por múltiples pierciengs en la cara y tatuaje de LA MONA en zona cuello y cachete es súmamente normal.
Ese mismo día tomé un taxi. El taxista como todos los taxistas sacaba su brazo izquierdo afuera por la ventanilla, apoyado cómodamente, pero en lugar de tener el brazo al aire lo tenía cubierto por una manga (SUELTA, CORTADA) de camisa, para evitar quemarse, broncearse de más. Coqueto el hombre.
También ese mismo día vi una pareja de novios en donde ella, gorda, grandota lo tenía "a upa" a él, flaquito y pequeño y lo manipulaba de acá para allá a gusto y piacere, de vez en cuando chapándolo furiosamente.
Córdoba tiene ese no se qué que te da ese tipo de adrenalina mezclada con pánico de no saber con qué mierda te vas a encontrar a la vuelta de la esquina.

martes, 6 de diciembre de 2011

Me puse Doméstica: LA PLANCHA.

La cuestión con la plancha viene bien compleja en mi casa. Mi mamá tuvo una eficiencia admirable a la hora de heredarnos todos sus vicios, dentro de ellos su profunda alergia por algunas cuestiones domésticas: la cocina primero, la plancha después.
Y no es sólo un rechazo. Es una completa inutilidad.
Primero que todo, ya me es todo un tema que no funcione a temperatura ambiente. Esos dos minutos que demora en calentarse son ETERNOS y SI O SI tengo que esperarlos parada al lada de la plancha. Es como que la capacidad de mis extremidades inferiores se bloquea cuando enchufo la plancha.
Segundo, me asusta ese ruido a Titanic que sale de adentro, ese vapor que le da vida y hace que parezca poseída, o mucho peor, a punto de explotarme con su agua hirviendo en mi cara.
Y tercero soy muy inútil. En esto no hay vuelta que darle, ENCIMA LA VIDA me pone un uniforme como el mío y un padre como el que tengo. Dejate de joder.
Encima mi vieja se toma el palo al Congo Pomarol y una como adulta mayora queda a cargo de esas cosas, visteSss.

Si ya venía cruzadita con este tema terminé de colapsar ayer planchando en ese cuartito de la re mil mierda minúsculo adonde me tuve que esconder del colega de mi viejo (Enciiiiiiima al muy culiau le daba vergüenza mostrarme!). Empecé a sudar como usuaria de Tamse. Más parecía yo una atleta linyera que una Licenciada planchando.

ENCIMA, cuando -harta de mis intentos frustrados- hice un bollo la remera y se la revoleé a mi viejo gritando NO ME SALE, NO ME SALE ESTA GARCHA, mi viejo me responde “También vos, no le pones nada de onda al planchado”.

QUI?! QUIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII ¿!?!

Y la re mil puta que te parió como se supone que le ponga onda a este suplicio? Y a vos quién te manda a comprarte esos WRANGLER que pesan 15milmillonesmiles de quilos y son durasos, y a tener esas piernas que miden cuarenta y tres metros y medios y son eternas y nunca termino de plancharte el PUTO JEAN!!!!!!!!!!!!!!!!!

Ok, está bien. VOS QUERÉS UNA HIJA QUE TE PLANCHE LA ROPA?! Eso es lo que querés? Toma! Acá tenes, acá estoy, planchando. Me ves?! Acá tenes la hija que querés! Pero te advierto una cosa Bichi… Mínimo, Mínimo, MÍIIIIIIIINIMO! Traeme un vaso de cerveza helada.
Altrabajosiemprelistonuncanolisto!.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh! Gracias!. En qué estábamos?!