VOLVÍMOS y con más cosas horribles por relatar que nunca. De entrada ya les cuento que me fui a vivir sola. Lo positivo que saco de todo esto es que todavía no me mori, y les cerré el orto a todos esos hijos de puta que no confiaban en mi. Si, como fideos desde Julio del año pasado, tengo la faringe bloqueada de carbón pegado de las cosas que se me quemaron, arruiné tres ollas, dos camisetas, una toalla de mano, dos repasadores. una pared, tres cactus, PERO ESTOY VIVA Y ES LO QUE IMPORTA.
Para empezar quiero hablarles de lo bello de vivir en departamento.
Pasé de vivir en la relomada del chorli, rodeada de pájaros piando, y un que otro auto arrasando por la calle de tierra a vivir en UN CONVENTILLO DE ADOLESCENTES MANTENIDOS POR LOS PADRES FANATICOS DEL FUTBOL Y EL ELECTRO DANCE. Y tienen PLAY. Y son sociales. Se juntan con gente y gritan porque no superaron el paso 2 de la evolución y todavía están encorvados prendiendo fuego y rompiendo cosas porque la única forma que encuentran de comunicarse con sus pares pareciera que es gritando y zapateando en el piso para cagarme la existencia a mi, la vecina de abajo.
Anoche, por ejemplo. Estudiaba psicología con esto de soundtrack:
"EEEEEEESTA NOCHEEEEEEEEEE NO DUERMEE NAAADIEEEEEEEE, ESTA NOCHEEEE NO DUERME NADIEEEEEE...." Fue así. No durmió nadie.
SOS UN CULIADOO VOOOOOOOOO SEGURO SOS DE LA CAMPORAAAAA (?)
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