Ñoña no te banco. Así nomás te lo digo.
Algo que me irrrrrrrrrita. Algo que me IRRITA, algo que me iRRRRRRRRita y los ñoños que se sientan en el primer banco y se dedican TODA LA CLASE a asentir con la cabeza lo que dice el profesor.
Ay por dios que ganas de clavarte; me das peeeeeeeeena.
No podes ser TAN chupamedias como para sentir la necesidad de consentir al profesor en todo lo que dice. Te digo más, el ‘profe’, TU profe, no necesita tu consentimiento. Ni un poquito.
Ah no no me hace doler los ojos ver como sube y baja el mentón cada vez que el docente asevera algo y LO MEJOR es cuando se dan vuelta para mirar al resto de la clase con cara de embelesados (asintiendo, obvio) como diciendo “algo mejor nos podría haber pasado que haber escuchado esta afirmación?’.
Ah no no, ese momento en el que yo (sentada al dofon, obvio) veo cómo la ñoña gira cuerpo sobre su cintura dirigiendo la mirada para el sector izquierdo, los ojos bien abiertos irradiando felicidad, su avidez de conocimiento emergiendo por cada poro de su cara y su mentón asintiendo como en cámara lenta, y luego la misma escena repetida hacia la derecha, como queriendo compartir con todos SEMEJANTE encuentro intelectual. Nauseabundo.
Pero lo mejor es cuando el docente arranca: “La sociedad es bla bla bla, se encuentra frtyujfgdfh” y ella como si lo hiciese para si, pero en realidad garantizándose que TODOS los presentes la ven: “si”, “claro”, “y si”, “totalmente” (mira para atrás, intenta compartir su afirmación con el vecino, apoya el codo en la mesa y quiebra la muñeca, da una voltereta con la mano –muñeca quebrada-, junta las manos y las apoya en el banco, mira para atras de nuevo, nuevamente comentario al vecino). Y entonces de repente un giro inesperado: “Este es un pensamiento digno del siglo XIX. NO podemos seguir pensando que La sociedad es bla bla bla, y se encuentra frtyujfgdfh”… y ella, que hasta recién estaba si de acá, si de allá, que obvio esto, que totalmente aquello, ahora dibuja un no rotundo con la cabeza, y dice que “no” de mil formas, a las mismas cosas que hasta hace dos minutos decía que si.
Na. Dejate de joder.
No podes ser taaaaaaaaaaaaan desagradablemente ñoña- no- te juro me enferma. Además, si queres acompañar las palabras del profesor con un susurro constante que hace eco a todo lo que el dice, POR FAVOR tené a bien NO incluirme en tu show mirándome a cada rato esperando que yo también afirme lo que vos afirmaste que el profe afirmó.
NO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario