miércoles, 29 de junio de 2011

Tortura Visual XI: la malla entera


El sólo hecho de pensarlo me hace doler los ojos. 
Por qué alguien tuvo que inventarlas? 
Prefiero la imperfección más imperfecta de la panza de cualquier mujer a esa misma imperfección cubierta por lycra. 
La malla entera es como hundir aún más la ya herida figura femenina: a la ya golpeada silueta de la mujer "normal" (no hablemos de las pendejas diosas sin siquiera una estriíta), se le suma esta prenda que es la combinación perfecta de mal gusto, poco estilo y cero voluntad (por que realmente muchachos si que le han puesto pocas ganas a la confección de semejante atuendo!).
Parece haber sido diseñada para poner en evidencia los más mínimos defectos, resaltando las zonas de flacidez, ensanchando el tamaño de las caderas, disminuyendo abruptamente en la zona del cavado (oh dios!) y haciendo de la ya defectiva zona trasera una hermosa especie de almohadón.
Y qué belleza cuando la malla es estampada! las rayas, los lunares, las flores, los peces, cualquier motivo se transforma en una forma incodificable que abraza con pasión las curvas femeninas. 
Entonces lo que eran rayas parecen ondas marinas, las flores una especie de arte abstracto y los peces un muestrario de cetáceos.
No niego que en los catálogos de moda quedan finísimas y super elegantes. 
Pero la verdad mamita es que mujeres como esas en Córdoba debe haber tres, y si le sacas el photoshop probablemente rescates una.

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