martes, 2 de agosto de 2011

Alto Ambiente man!

Se dice que una persona tiene ambiente cuando maneja una red de contactos importante a nivel social, con apellidos que hacen eco en algún tipo de movida: nocturna, deportiva, profesional. Se dice que una persona tiene ambiente cuando con sólo chasquear los dedos desde atrás de una cadenita y guiñar un ojo con complicidad logra ingresar a un ‘local bailable’ de más moda, a un evento super exclusivo, o a lo que mierda sea. Se dice que una persona tiene ambiente cuando con sólo levantar el tubo consigue lo que quiere, no porque sea capaz de hacerlo por medios propios sino porque SIEMPRE está en la movida. Se dice que una persona tiene ambiente cuando se codea con gente doblemente ambientera.

Se dice, bah, dicen… Bah, es lo que me parece por lo que veo. Porque créanme que jamás, JAMÁS, jamás, JURO, apuesto mi vida, JAMÁS van a conocer personas MENOS ambienteras que estas dos manzanas. JAMÁS. Desafío a quien quiera.
Somos las únicas personas que pueden ir a Carreras y –en el caso que las dejen pasar, aún con 23 años- NO CONOCER A NADIE. No tener una puta persona a quien saludar, un mísero cuerpo humano de quien al menos esconderse. NADA.  Somos las únicas que el 15 de enero hacen previa y se visten para salir al CHATEAU cuando TOOOOOOOOOODA CÓRDOBA sabe que los boliches del Chateau NO abren en enero. Es así desde que mi mamá tenía 15. Pero nosotras no lo sabíamos. Lo supimos cuando haciéndonos las muy pistolas, caímos a la 1 am y casi nos afanan de la soledad que había. 19 años y NO-LO-SABIAMOS.

No tenemos IDEA de quien joraca trabaja en qué boliche, mucho menos si algún boliche abre cierra o se incendia. Nunca podemos arriesgarnos a ir a un lugar nuevo porque DE SEGURO desconocemos si sigue abierto o no, ‘¿che pero abrirá los sábados a las 11 de la noche?, Ahhh, ni idea che!’,  NO reconocemos un puto rostro ‘top’, no tocamos NI de oído el nombre del Rey de Zona Norte.
Nada.
Ni un poco.
Peeeeeeeeeero. Y esta es la parte feliz!
Podemos salir en paz, embriagarnos a más no poder y bailar zamba en pleno boliche de onda, ese que está en la cresta de la ola, y al otro día amanecer sin preocuparnos, porque NADIE, NADIE, NADIE en esa multitud sabe quien puta somos.

No hay comentarios: