miércoles, 24 de agosto de 2011

Lo que no se dice sobre…. La Depilación.

Que las mujeres nacimos para sufrir el doble que los hombres, eso ya no es novedad. La depilación es el primer y más común ejemplo al adentrarse en esas engorrosas comparaciones de género.
Ahora… ¿se dice TODO acerca de la depilación?! ¿O nos estaremos quedando en lo chiquito, limitándonos a pensar que depilarse es sufrir SÓLO porque duele?
Hoy me tocó la visita despelativa, y recostada en mi camilla se me ocurrió que esa era una experiencia MUY Hey Manzana, que ameritaba un lugar en estas páginas, un espacio alternativo donde se expusiera lo NO DICHO en relación a la depilación.
Porque estamos MUY EQUIVOCADOS si pensamos que depilarse es sólo arrancarse los pelos. No Sr. Las que vamos a hacernos depilar a centros dedicados a eso, sabemos muy bien que no sufren SÓLO las piernas (o la parte del cuerpo de turno), sino que sufre también el intelecto (bastante), sufre también la dignidad (mucho), y sobre todo, sufren los oídos (mucho mucho más).

He aquí mi experiencia.
Entro al lugar y me reciben de modo muy cordial. Me invitan a sentar y me dicen “ahí te llamamos” con la sonrisa del gato de Alicia en el País de las Maravillas estampada en la cara (golpe en seco a mi antipatía, sacate esa sonrisa falsa por dios!).
‘Cagamos’ pensé. El olor a bife y salsa indicaba que del otro lado de la puertita blanca las chicas estaban almorzando. Además del olor a comida (lo último que queres sentir un día de calor viento y tierra a las 2 de la tarde), por la puerta se filtraba la inconfundible música de Radio Mía. Ayy mami, ahora si cagamos. No podía ser de otra manera, después de todo.
Al rato me llaman: “por la cortinita del medio”. Ah! Genial! Las chicas estuvieron almorzando sopa de diminutivos! A juzgar por todo lo que vino después, no estaba tan errada con la estimación.
Me saco el pantalón y me quedo casi desnuda, peluda y blanca acostada en la camilla (fractura expuesta con hemorragia de primer grado en la dignidad), mientras Chayanne se preguntaba por tercera vez seguida ¿será que es el amor? (otitis infecciosa con afección cerebral en los oídos) Ay dios. Me quiero ir!.

Empezamos el ritual, ‘levantame la rodillita esta mami’. Ajá! “Mamiiiii” pero te levanto todas las rodillas del mundo si me lo pedís así! Mamii…
Mientras siento mi pierna derecha como una especie de lava volcánica, y la depiladora me pregunta “te quema ahí”? (a ver… como te lo digo para que no salga en forma de alarido desgarrador), escucho por enésima vez en 5 minutos “Mía, canciones que hablan de vos” y en un susurro de telo barato “miaaaaaaaaaaaa” a modo de cierre. Oh Dios.

Siento que entra una nueva clienta, en el box de al lado. “Te has pasado la track la última vez?” (quemadura de tercer grado en el intelecto!) Por qué esa bendita pregunta? PRIMERO: Qué te importa? Vas a usar otra estrategia depilatoria o qué onda?. SEGUNDO: el ‘has pasado’, pretérito perfecto, con verbo auxiliar “haber”. No es te pasastE, es “te has pasado”. Me genera lo mismo que “Desciende?” del colectivo. ODIO QUE USEN ESA CONJUGACIÓN VERBAL A DIESTRA Y SINIESTRA!!!!!!!!.
En fin, empecé a temer que en mi afán por no conversar con MI depiladora tuviese que escuchar de rebote la conversación de al lado, algo a lo que ya me referí en otros textos: momento sumamente incómodo y además, considerando la situación, bastante arriesgado, sabrá dios a qué terribles frases iban a tener que enfrentarse mis hipotálamos.
Por supuesto, la frase no tardó en llegar, mi mayor temor: “ojala no haya tantos pelITOS encarnadITOS”… AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH PORQUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE…. POR QUÉ POR QUÉ POR QUÉ!
Entretanto, Don Mía me contaba que David Bisbal viene a Córdoba (IUUUPI!) y  “Es de Mía”.. pfffffffff, te lo regalo con moño! Es de Tuya porque a mi ese tipo me da alergia en el sentido común. Para rematarla después me ponen el saludito de David “Raudiou Mía, voy a Corhdobha y quierou que estes” el muy caradura haciéndose el rapero negro yanqui que no tiene idea del español. ‘EJATE ‘E YYYYYOMPÉ LOS HUEEEE!.

Finalmente, y después de dar vueltas cual panqueque en la camilla, mi amiga terminó de sacarme los pelos y después de desembolsar una fortuna en dinero, salgo a la frescura del mundo exterior! Al fin el olor a Combustión de transporte público y el suave sonido a lata del N3! Al fin ven mis ojos la hermosura de la  Recta Martinolli y mis pupilas pueden salir del bicromatismo blanco/rosa del centro de 'estética' (vaya paradoja).
Para que noten los efectos secundarios de la depilación. No sólo sufrimos porque la cera quema y el tirón duele. NO.


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