lunes, 4 de julio de 2011

Encuentros deportivos DOS

La vida tiene de positivo que cuando pensás que la meseta no se acaba más, cuando pensás que la ruta es sólo esa eterna línea recta que va y va y va, te clava una curva de 180 grados que te deja en total desconcierto. 
La cuestión es que la vida nos tiró el freno de mano y a los tumbos terminamos sentadas en las gradas de un Club.. Si si, ahí mismo, atrás del pelado ‘obrero al aire’, en diagonal al ‘padre-cocodrilo’, cerquita del señor de camisita a rayas metida dentro de los pantalones más zapatillas deportivas; y –por desgracia- muy lejos de la ‘señora-mamá’ (a quien creía considerar insufrible pero que ante su ausencia descubrí que en el fondo la quiero, y que era divertido y colorido ser su vecina de tribuna).
Ahora bien, se le ha olvidado a mi amiga explayarse en relación a nuestras queridísimas amigas, a quien ligeramente llamó "novias materas".
Este peculiar grupo de mujeres amantes de jugadores de deporte puede ser abordado de dos maneras: la primera, de carácter objetivista, indica que son chicas-novias muy piolas, que acompañan a sus parejas en su pasión por este deporte, los bancan en las buenas y en las malas, les dan sus canciones, frases y hasta párrafos de aliento, etc.
La segunda, de carácter subjetivista, entiende a este grupo humano como una patética junta de chicas que asumen su rol circunstancial de novia simpática y aficionada al deporte, que se amontonan bajo el paragua de “ser las novias de” y se ponen sus trajes de Mujeres Alternativas y Liberales, que Aman el Deporte y PEÓR AÚN, entienden de deporte más que de cocina. OH MY GOSH.
Aquí van algunos ejemplares...
La Morocha Petisa con Cara de Rata es la RRPP del Club. O al menos es lo que quisiera. Camina por sus pasillos, baldosas y rincones con la seguridad de quien juega más de local que cualquiera de las de su especie (es decir, de las que están bajo el paragua de “ser la novia de”), conoce el ambiente del deporte a la perfección, putea en la jerga y muestra en cada segundo que dispone que es la leona de la manada. Ella Manda.
La Cuñada Deportista con Escobillón en el Pelo naturalmente no es “novia de” pero gracias al frágil carácter de su hermana ha logrado un lugar bajo el paraguas, lugar que afirma partido a partido, fundiéndose en interminables y demasiado cariñosos abrazos con el novio de su hermana.
Ahora bien, ¿saben las reinas del amor lo que VERDADERAMENTE significa ir a ver un partido de deporte movidas por el sexo masculino?
Desconozco sus inicios, pero no creo que hayan JAMÁS ingresado a google maps a ver donde TOOR quedaba ese tal Club No se qué, en teoría situado en el tal Barrio No se cuanto que aparentemente está en la Avenida Fuerza Aérea (??), que mágicamente no empezaba en la IUA y terminaba en la verdulería que escribe las frutas con errores de ortografía -como yo pensaba-, sino que seguía un poco más allá, y que incluso tiene un Mc y un Telo-Lomo (lomitería de luces rojas que nos sirvió varias veces para saber donde carajo doblar), y hasta tiene calles con nombres de Cerros y Montañas. Capcioso!
Tampoco las imagino googleando "club instituto córdoba" o intentando retener las explicaciones (en tres versiones diferentes según tres diferentes personas (entre ellos Google Maps, obvio).
Mucho menos, (muuuuuuucho menos) doctorándose en estacionamientos complicados en dicho Barrio, o peor aún, en Nueva Córdoba y hasta en Barrio Gral Paz, donde un R12 puede complicarte una maniobra y hasta llevarse un “toquecito” de atrás.
Empapándonos de experiencias inimaginables BIEN POR FUERA DEL PARAGUAS, acá estamos. Aprendiendo canciones de cancha, vociferando malas palabras (aunque todavía nos cuesta buscar versiones alternativas que no contengan la palabra "pelado"), andando caminos insólitos y estacionando en rincones impensados.
Somos nosotras, las chicas de Arguello.

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