Tooodo un tema el de las películas en colectivo. Todo un tema.
Porque hay miles de películas un millón quinientas mil películas de tipo insulsonas que podes proyectar en el LSD de tu línea de colectivos y conformar más o menos a todos.
Ahora, ¿cuál es la gracia de poner películas de guerra donde el 90% del tiempo se están cagando a tiros, y el otro 10% aburren??
¿Cuál es la gracia de IMPOSIBILITAR a los pasajeros durante 2 horas y media de hacer lo que se les plazca?
Porque si queres dormir, con la metralleta esa dele que te dele armar quilombo ahí en el parlante te es IMPOSIBLE, ni qué hablar si tu idea era calzarte los auriculares y escuchar plácidamente el compilado de La Fiesta que preparaste especialmente para la ocasión. Imposible también. Salvo que quieras reventarte los tímpanos poniendo el volumen al máximo en un inocente intento por ganarle al tiroteo.
¿Querías leer? También imposible, porque con el mal humor que cargas a esa altura ya te es imposible concentrarte en otra cosa.
A la reverenda mierda las películas de hombres lobos, cacerías de brujas y de ciencia ficción barata. Que vuelva la época de Liberen a Willy, Las aventuras de Lassie o Batuque el perro basquetbolista.
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