Las personas, y SI NO TODAS me animo a afirmar que POR LO MENOS, el 99.999999% de ellas, tenemos la típica costumbre de desplazarnos de un punto a otro DE NUESTRO HOGAR cargados como mulas. Si si. Procuramos llevar TODO cuanto necesitamos en un solo viaje. Qué queremos ahorrar? Tiempo? Energía?
Jaja personalmente JAMÁS ahorro tiempo porque el viaje que NO hago lo pierdo haciendo malabares para lograr asegurarme que la notebook el cargador el celular el pendrive el mate el termo las servilletas el platito y el vaso de agua va todo firmemente agarrado, y cuando terminé ese chequeo, que ooobviamente me sale mal, pierdo el doble de tiempo intentando TODAVÍA CON TODO ESO EN LA MANO agarrar la servilleta que se me cayó, SIN que el termo chorree agua o el mate yerba; y dsp agarrar el vaso que tuve que dejar para levantar la servilleta; y dsp acomodar el codo que aflojé para agarrar el vaso que había dejado para levantar la servilleta que se me había caído y que ya no sujetaba con tanta firmeza el termo, que de a poquito se deslizaba hacia abajo….
No sólo me empeño que continuar la odisea de hacer malabares con mi cuerpo aún cuando ya veo que es EVIDENTE que es casi imposible llevar todos esos elementos juntos y encima subir una escalera, sino que después, en plena travesía empiezo un show de retorcijones para evitar una catástrofe nacional: que la notebook el termo el vaso de agua el platito etc etc etc se rompan en una estampida desenfrenada. Entonces empiezo a pseudo saltar en una pata porque con una rodilla freno el termo, que además trabo con la pera así que tengo que bajar la cabeza y ladearla hacia un hombro donde sujeto las servilletas que van a presión mientras arrastro la batería de la notebook y de reojo miro el mate pidiendo que POR DIOS Y JESUCRITOredentor la yerba no se caiga sobre la notebook que llevo estampada contra el pecho. AH! Y todo eso EN-PAN-TU-FLAS!.
Cuando finalmente llego arriba y me instalo, con la falsa idea de que valió la pena tanto sacrificio porque finalmente PUDE traer todo en un solo viaje (‘menos mal que soy perseverante!’) prendo la compu, pongo el pen drive, tomo agua (muy viva yo, obviamente dsp de semejante desgaste físico llegué agitadísima), corto una servilleta y me cebo el mate, TOMO CONOCIMIENTO DE LA GRAN TRAGEDIA:
ME OLVIDÉ LA BOMBILLA.
Silencio .
Parpadeo.
Silencio.
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! La re miñ&%/&$REGjdhy456/(&%.”$&/&!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Finalmente, terminé haciendo dos viajes, como cualquier persona razonable (que en estos casos son las que no integran el 99.999999% que hacemos estas típicas cosas) hubiera hecho. Sólo que una cargada hasta la que te jedi, y otra llevando SÓLO una bombilla.
2 comentarios:
De golpe acordéme de un episodio que tuve hace un par de años con exactamente esto de lo que hablan acá. En mi casa tengo un segundo piso (escaleras de por medio como en toda casa normal) donde se encuentra la computadora, no cumple ninguna otra función más que escritorio y cuarto de huéspedes. Resulta que mi computadora se encontraba allá (antes de que las fieras salvajes de mi mamá y mi hermano se apropien de ella y me desplacen dejándome sin siquiera un gameboy, hasta que pude (como en 3 años) comprarme mi amorosa laptop), hacía los laburos de la facu entonces me pasaba gran parte del tiempo en ese sector elevado del hogar. Cuestión (y acá empieza la parte interesante de la historia, porque el resto eran puras lineas descriptivas para q le encuentren el sentido de las escaleras) que yo me encontraba editando y empecé a sentir que mis entrañas me pedían alimento, veo la hora y eran las 6:30pm, invierno y todas las luces apagadas, bastante oscuro (no se me ocurrió prender la luz) entonces comienzo el descenso hacia la planta baja en busca de un café, galletas, mermelada, casancrem, jugo de naranja y todo lo que implique saciar el sentimiento de hambre del momento, voy a la cocina y cual integrante del staff del cirque du soleil vuelvo como bien describen ustedes en esta entrada pero restando la laptop... cuando me di cuenta que se me estaba por caer TODO volví esos tres pasos para atras, dejé todo en la mesada y me dije "vamos a hacer las cosas 'BIEN' vamos a usar bandeja" metí todo en la misma (más cómodo pensé) y emprendí el viaje, cuando llegué a las escaleras, esas malditas engañosas parecían que llevaban a la cima del everest (subir todo eso con la bandeja a cuestas, dios me libre y me guarde...) no importa ignoré los 600 escalones q parecía se habían agregado, ignoré la falta de luz (q no había prendido al bajar y q ya no podía prender ni con el codo, perilla dura) y subí el primer escalón (me olvide de mencionar la jarra de litro y medio de jugo de naranja q portaba en la bandeja), segundo escalón, perfecto, tercero me doy cuenta que la bandeja me bloquea la vista y no puedo ver en todo su esplendor los escalones, ignoro eso y finalmente subo 5, 6, 7, 10, llego al descanso cantando victoria y cuando quiero subir los ultimos 4 escalones el primero después del descanso me juega una mala pasada y ahí vuelo con bandeja y todo quedo boca abajo sobre un charco gigantesco de 1lt y medio de jugo clight de naranja mezclado de mermelada, vidrios, loza de la taza, leche, café, casancrem, cucharas, cuchillos de untar, papel de servilleta mojado, galletas de salvado trituradas por doquier yo toda dolorida y embadurnada de todo con la mayor bronca del mundo y ya llena de moretones en los huesos de la cadera, rodillas, costillas, codos... y encima sabiendo que tengo q limpiar el tremendo despilfarro de alimentos y bebidas, todo pegajoso que yo misma por insuficiente derramé... en fin ese día (y ningún otro) comprendí el sentido de las habitaciones en una casa tipo... para qué la cocina, para qué el comedor y para qué la oficina... desde ese día no mezclo los lugares diseñados específicamente para un uso distinto, no llevo la comida a la computadora ni llevo la computadora a la cocina... desde ese día aprendí que hay que darse los tiempos para cada cosa, si de todas maneras no iba a poder editar video, comer, tomar, armar la galleta con dulce, todo al mismo tiempo, quizás era el terror de que llegue alguien de las dos fieras salvajes a arrebatarme de manera desconsiderada la computadora, o simplemente ese noseque de llevarte la comida a otro lugar e infringir la barrera del propósito de las cosas haciédonos los rebeldes... "mirá yo tengo cocina y comedor pero como en la oficina! tomá gil!". no se qué habrá sido pero lo que sí sé es q ahora lo máximo que me llevo a la computadora es el cafe (taza no muy llena) y la otra mano vacía. Lo entenderán el maldito día que les pase (ojalá nunca llegue ese día)!
jajajajajajajajajaj tentadísima en la oficina!
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